viernes, 11 de mayo de 2012

Las mujeres en el Budismo

Hace unos días, me preguntaron en una clase cuál es la mejor manera de aproximarse a las enseñanzas alrededor de las mujeres en el budismo siendo mujer. Debo precisar que esta pregunta provino de una aclaración previa en cuanto a que el budismo Theravada no se diferencia de otras ramas porque discrimine a las mujeres; el Buddha no rebajó, demeritó ni discriminó a las mujeres. Retomando la pregunta, mi respuesta fue clara: remitirse en las escrituras.

Como mujer practicante de las enseñanzas del Buddha durante los últimos 3 años he estado en contacto con monjes de diferentes países cuya posición en cuanto al lugar de las mujeres en el budismo oscila entre "dudoso" e "igualitario". Sus opiniones, en algunos casos, son heredadas de sus maestros así como también responden a la mentalidad de las sociedades a las que pertenecen. Si bien, ninguno de ellos ha llegado a manifestarme una opinión abiertamente discriminativa coloreada de sexismo, sí que he leído un par de ellas. Aunque es preciso aclarar, y quizá sea innecesario hacerlo, que éstas también responden a bagajes culturales heredados desde siglos atrás. Pero "siendo hija" de la lucha por la igualdad de derechos y los procesos de empoderamiento de la mujer, también tengo una respuesta derivada de tal herencia: llega a resultarme inaceptable, aunque también he procurado enterarme de sus argumentos y fundamente así como reconocer que desligarse de tales cargas culturales no es algo que se de con facilidad y que debe brotar no sólo en las mujeres, sino en la sociedad como conjunto. Esto podría dar para una larga disertación, pero mi propósito acá es otro.

Swarna De Silva, en su ensayo El lugar de las mujeres en el Budismo precisa que "la actitud del Buddha sobre el papel de las mujeres era progresista, incluso cuando se juzgue por los estándares de la edad moderna, no se debe pensar que todo está dicho sobre este tema en la escritura budista, incluso en el Canon Pali, [...]" así como apunta el más critico, pero a veces olvidado, de los hechos frente a las escrituras: "[...] la mayoría de estos trabajos fueron escritos varios siglos después del Parinibbâna del Buddha [...]". Para algunos, este comentario puede ser calificado de "progresista" (tal como lo hacen con aquellos que sostienen que la Biblia no debería tomarse como la palabra revelada por Dios). Más allá de estas aclaraciones, para la autora el Buddha formula con respecto a las mujeres (y la cuestión de género en sí misma) uj principio de no-dominancia que puede encontrase en las escrituras. En particular, las monjas iluminadas (Theris) recordadas en Canon Pali son la mejor muestra de la posición del Buddha en cuanto a la igualdad en su capacidad espiritual.

De otro lado, Heng-Ching Shih en su artículo Bikshunis chinas en la Tradición Ch'an afirma que la posición de la mujer en las escrituras Mahayana que mencionan a las mujeres puede clasificarse en cuantro categorías que van desde una actitud negativa hasta el reconocimiento de la mujer como eminentes Buddhas (aun cuando su trasfondo es el argumento de la no-dualidad que compete también al género).
 
En todo caso, lo que debe permanecer en la mente de todos, más allá de lo que pueda leerse o interpretarse en las escrituras budistas sin importar la tradición a la que correspondan, es que la enseñanza del Buddha está abierta a todos, hombres y mujeres, y su fin último, el Nibbana, tampoco conoce de género.