viernes, 26 de diciembre de 2008

Mi primer retiro

Desde que comencé la práctica de la meditación esta era la primera vez asistía a un retiro de meditación con todas las formalidades del mismo. He de reconocer que tenía muuuchas ganas de poder asistir este año, algo que meses atrás parecía no tener cabida en mi agenda planificada.

Poco antes de irme hablé con un monje amigo mío que, al residir en la actualidad en Myanmar, conoce a la perfección las reglas y la dinámica del mismo (de hecho, hacía pocas semanas había regresado de uno en un monasterio cerca a Yangoon). Pero contra cualquier expectativa que pudiese albergar en cuanto a sus palabras al respecto del retiro, lo único que pronunció fue "lo vas disfrutar, confío en que lo aprovecharás... y hablaremos a tu regreso".


Los primeros días

Una vez fuimos instalados en las habitaciones, se dio comienzo con una charla administrativa junto a la primera noticia: no íbamos a hablar con compañero alguno durante el retiro. He de reconocer que la idea me pareció fantástica, mientras otros respiraron profundamente a mi se me salió una sonrisa. Luego, la explicación sobre las comidas, el horario y otras reglas; una vez terminó, fui por mi cojín de meditación y su correspondiente tapete porque tendríamos nuestra primera meditación antes de ir a la cama.

El primer día fue bastante interesante, porque a falta de ruido externo tenía uno interior al que no sabía cómo ponerle silencio, como solía decir un maestro al que frecuentaba "tenés la loca interior alborotada", pasé medio día sin lograr callarla, por lo que ignorarla y trabajar sobre la meditación fue mi mejor opción... poco a poco se iba silenciando, se quedaba sin qué decir, medir, analizar, planear, etc., etc., etc. Fue interesante "escucharme" (y de paso, "ignorarme"), ¿cómo es que uno no se enloquece teniendo esa voz interior que de rato en rato parece pensar por sí misma? Ala, que de esa forma la palabra "paz" sale del diccionario. Finalmente, el primer día cierra con una charla y un dolor de piernas mayúsculo... fueron 10 horas de meditación a las que no estaba acostumbrada.

Los siguientes dos días mejoraron en el campo de la meditación, comencé a concentrarme con mayor facilidad permitiéndome llevar el ritmo de las instrucciones... y una que otra vez hacia trampa con la postura, intenté cuatro posturas diferentes y ninguna la toleraba más de 30 minutos (ni siquiera lograba acomodarme como lo hacía en casa y me permitía estar sentada todo el tiempo que quisiera).


Practicando Vipassana (al estilo birmano)

Para el cuarto día comenzamos formalmente con vipassana (que duraría por el resto del retiro) y ahora teníamos 14 horas diarias de meditación, y después de la instrucción recordé cierta conversación con Pablo al respecto, tuve que hallarme dentro de la técnica con la mayor disposición posible y dejando de lado "el archivo histórico" de las meditaciones interiores. Para ese día ya se había tocado el tema cuán dolorosa es la postura y cuán inquieto puede llegar a ser uno, y tras el comentario sobre lo importante que es la misma y lo impermanente que es el dolor, la única afirmación que surgió en mi cabeza fue "fíjate ya casi llegas al punto en el que no te pueden doler más, así que no, noo, no te muevas"... primer resultado: llegué a la celda arrastrando los pies jajaja, hacía mucho tiempo que no tenía semejante dolor. Segundo resultado: no dormí la mitad de la noche, no por la postura sino por la meditación, según había entendido en algunos ese es un "efecto secundario", el resto de la noche no estuve dormida, pero tampoco despierta así como en las horas de descanso de ese día y en las siguientes noches.

Para el siguiente día ya iba por el segundo "efecto secundario": no tenía hambre. Esta vez no podía arriesgarme con el tema de la alimentación, tenía que comer y no había discusión (una de las reglas era no ayunar e ingerir alimento en el almuerzo)... estuve tres días así antes de que regresara temporalmente el apetito, que sumado a no dormir más de 4 horas me daban más horas para meditar.


El séptimo día.. inolvidable

El séptimo día fue bastante difícil, perdí la concentración y comencé a preocuparme aunque las advertencias al respecto debían ir por la número 20, al menos. Después de pasar 50 minutos por el tema, pasé la siguiente hora y media de meditación en Anapana. Si fue correcto o incorrecto no lo sé, pero incorrecta la preocupación desapareció. Por la tarde, decidí ir a meditar en mi celda (prefería estar en la sala de meditación) y me llevé un susto que supo sacarme de la meditación hasta que se nos permitiera regresar a la sala de meditación; más tarde, al comentar con el maestro sobre el episodio en cuestión tras una sonrisa contestó "que no se te olvide respirar"... casi un minuto después me dio risa, es que a veces se "me olvida" respirar (:D) y ya se podrán imaginar que sucede, pero el maestro también se refería a que volviera a la respiración si tenía alguna dificultad en vez de interrumpir la meditación.

"Observa el dolor"... esa fue mi tarea por lo que quedó del séptimo día. La escasa concentración de ese día fueron obvias con el dolor que me aquejaba, varios minutos me costó controlar la angustia que me producía la sensación, luego el observarla parecía que amplificaba el dolor pero eludirla no aminoraba el dolor. Casualmente ese día se nos volvió a hablar sobre la incomodidad que produce la postura y el hecho de que tal dolor desaparecía si lográbamos que fuera mental (bueno, si viéramos que era mental), pero eso no lo logré, me dolía y no había nada que pudiera hacer para aliviar el dolor.


Practicando la atención a la hora de comer...

Esto fue la novedad del cuarto día; bueno, no era solo para comer, pero si practicaba la atención a la hora de la ducha a las 3:45 iba a tener una larga fila de fans en la puerta de la ducha (lol). Volviendo a la comida, fue extraño volver a hacerlo y leeeeeento, afortunadamente no tenía mucho p0r comer :D. La primera comida sólo fue lenta, y me dejó 30 minutos menos de descanso. Ya para el segundo día comenzó a cambia mi actitud hacia la comida y la práctica comenzó a traer frutos facilitándome también algunas focalizaciones de la atención que debíamos practicar sobre los órganos internos que me traían de los pelos. Ahora hasta el té de la merienda sabía diferente, bueno no era el té sino la sensación que producía beberlo lo que era 'diferente' y ya no necesitaba 3 tazas para calmar el frío descomunal que nos acompañó cuatro días.


Los últimos días

Para los días restantes ya teníamos casi 16 horas de meditación programadas y se dió una nueva instrucción. Este nuevo "ejercicio" me costó más trabajo, al punto de que no creí que estuviera haciendo bien lo que se nos pedía y la duda es mala compañía. Tres veces más fueron repetidas las indicaciones y lo único claro tras disipar el "tal vez no entendí la instrucción" fue "nada de objetivos", no había por qué arruinar el trabajo.

El último día de estancia no me resultaba del todo "emocionante", básicamente se nos permitía hablar y llegado el momento de "la libertad de palabra" no moví un sólo músculo para sumarme a la alegría de muchos, sencillamente no quería hablar, no conocía a nadie y tampoco me hallaba dispuesta a socializar, yo a eso no iba; por tanto, pasé la siguientes hora en la sala de meditación intentando ignorar el ruido externo... pero como tal actitud no es eterna, a la hora del almuerzo me provocaba tener un letrero que dijera "no me hable, gracias", pero eso tampoco se podía así que alguien intentó sobrellevar una conversación conmigo (y yo que me había sentado estratégicamente en una esquina....) y lo único que obtuvo ante su pregunta "¿cómo te has sentido?" fue un sencillo y seco "bien", porque ni a la cara miré a aquella persona ni al resto de la mesa.

El resto de la tarde tuvimos 4 horas de meditación nada más y las otras 3 o 4 horas fueron para socializar. Realmente me estaba costando montones el tema de "personas + conversación", alguien que sabía mi nombre (¿?) comenzó a hacerme preguntas y a mi me sudaban las manos de sólo ver como había gente que se acercaba a oir la conversación de cuando en cuando y de ver que seguían las preguntas... en media hora, habían unas 12 personas sentadas en un cuadrado de no más de metro y medio y a mi se me iba a salir el corazón, con un poco de vergüenza tuve que pedirle a algunos que disminuyeran su tono de voz y buscaba una manera de cortés de escabullirme y retirarme a mi habitación... ni modo, no podía hacer que se callaran hasta la hora de la meditación en la sala. Llegó el té de la tarde y luego las últimas dos horas de meditación, hasta que saliendo para mi habitación alguien quería conversar! "Respira, reeespira, reeeespira", ya se "normalizaba" la situación.

Cerré el retiro complacida con la estancia en el centro, la dirección que tomó mi práctica y con las indicaciones del maestro (especialmente con las finales). Las conversaciones diarias estuvieron de lujo, nos comentó varios Suttas (algunos conocidos) así como nos explicaba términos del "argot budista" desde su raíz hasta su contexto en las escrituras, obviamente todos los días le escuchábamos hablar sobre la meditación. Volví al departamento en la ciudad y entre festividades, bocinas y multitudes, encuentro un poco de paz y tranquilidad y me asiento en una nueva perspectiva.

domingo, 13 de julio de 2008

"Renuncia al sectarismo" por S. Dharmamitra

S. Dharmamitra (1996)

Aunque los términos dialécticos “Hinayana” y “Vehículo inferior” realmente aparezcan en los textos, el lector debería entender que podría ser un gran error asociar estos términos con cualquier tradición budista existente, aún menos con la estilizada tradición monástica de la Escuela del Sur “Theravada” después de que fuera una de las grandes escuelas del budismo temprano indio.
En más de 25 años de contacto con las comunidades del Dharma, nunca he encontrado a un budista sincero que no sintiese compasión por otras personas y no les deseara los beneficios del Dharma. Esto es todo lo que deberíamos requerir para ser admitidos en la inmensa comunidad del “Gran Vehículo” o “Mahayana”. Con seguridad uno querría incluir como Bodhisattvas a monjes como los Venerables Sumedho y Amaro, quienes han sacrificado décadas de su vida a la extensión del Dharma.
Las palabras “Hinayana” y “Vehículo inferior” son las mejor guardadas para aquellos desafortunados en cualquier tradición que se apartan del verdadero espíritu del Dharma y que explotan su retórica para su propio beneficio.

sábado, 7 de junio de 2008

Cómo hacer un zafu?

  • - Tela sugerida para la cubierta: Un material robusto como una mezcla de algodón poliéster. (Preferiblemente de color negro)
  • - Relleno sugerido: Kapok.

PIEZAS BÁSICAS
  1. a. Paño con una longitud de 220 cms de largo, y de 17 cms de ancho (añadir 1 cm para la costura).
  2. b. Dos círculos de tela, cada una con un diámetro de 30 centímetros.

CONSTRUCCIÓN

Ahora viene la parte difícil, hacer los pliegues al rectángulo. Deben ser 20-21 cuando termine de plegar. Es importante que se concentre cuando esté plegando la tela y trate de ser lo más preciso posible, en sus pliegues. Ahora tome la pieza rectangular de tela y colóquela sobre el puesto de trabajo, planche la tela si es necesario. Para hacer los pliegues un poco más fácil u más precisos mida 10 cm desde el borde corto de la tela, y haga una marca. Mida 4 cm desde esta marca, y haga una nueva marca. Mida 5 cm desde esta marca y haga una nueva. Mida 4 cm… 5 cm… y repita las marcas, como lo muestra el esquema de acuerdo con el programa, hasta que obtenga bastantes marcas para 20-21 pliegues.
Cada uno de los dos bordes de la tela rectangular larga debe ser plegado tres dobles veces, pero no deberían ser cosidos juntos. Deben superponerse el uno al otro de 6-7 cm, cuando la tela rectangular se cosa con los dos círculos. Cosa los dos lados de la tela rectangular, y quite las agujas.
Tome uno de los círculos y use agujas para sujetarlo a la tela. Sujete el círculo al paño rectangular cosiendo alrededor del círculo al menos tres veces y luego repita el mismo procedimiento con el otro círculo. Cuando lo haya hecho, debería tener un zafu que está volteado al revés.
Debe haber un hueco a un lado del cojín (donde los bordes rectangulares se sobreponen el uno al otro), use este hueco para rellenar el zafu con kapok. Si no tiene kapok, use alguna otra fibra para llenar el zafu. Rellene bien el zafu, puesto que es importante que el cojín no sea ablande mucho cuando practique zazen.

Fuente: http://www.enabling.org/ia/vipassana/Archive/Z/zafuSewingInstructions.html

viernes, 23 de mayo de 2008

La Historia del Buddha Maitreya - Lama Thubten Yeshe

Hace incontables eones, Maitreya, mientras hacía muchas ofrendas, tomó los votos del Bodhisattva del Gran Poder del Tathagata (Tub chen) en presencia de muchos budas. A partir de ese momento, El ha guiado incontables seres sintientes a lo largo del camino de los tres altos entrenamientos (disciplina, concertación y sabiduría.) de ese modo conduciéndolos por los tres vehículos (shravaka1, pratyekabuddha2, y bodhisattva3) a la Iluminación.
Mientras que practicaba como bodhisattva, se especializó en la meditación en el gran amor, enseñando este camino a otros, mientras meditaba en sí mismo continuamente. Maitreya se colocó a las puertas de la cuidad y reflexionaba durante mucho tiempo y con firmeza sobre el amor bondadoso. Tan poderosa era su meditación que las personas venían a él y pasaban a través de las puertas, si pasaban lo suficientemente cerca para tocar sus pies, recibían la realización del gran amor. Esto complacía enormemente a todos los seres eminentes de las diez direcciones4. Los Tathagatas se regocijaban en sus acciones y predecían que en sus vidas futuras, como un Bodhisattva y como un Buddha, él podría ser conocido por el nombre “Amor” (Maitreya; Jhampa). Es así como recibió su nombre.
En una vida nació como uno de los mil hijos de un gran rey. Este rey quiso saber en qué orden se iluminarían sus hijos, así que puso todos sus nombres en un tazón, después dibujó los nombres fuera del tazón uno por uno. El nombre de Maitreya era el quinto y el Buda de esa edad, el conocimiento ilimitado del Tathagata (Yon ten pa ye) predijo que él sería el quinto Buda de la era actual, Shakyamuni era el cuarto.
Finalmente, Maitreya avanzó a través de todos los niveles de desarrollo espiritual. Alcanzó la décima y más alta etapa del Bodhisattva y luego un Buda totalmente despierto. Alcanzando este nivel de perfección extrema, manifestó muchos diferentes aspectos de los campos de Buddha, y actualmente su morada particular es la Tierra Pura5 de Tushita. Allí imparte las enseñanzas Mahayana a incontables discípulos avanzados de bodhisattva, y estaba en Tushita que él enseñase los cinco textos famosos al gran arya6 que era Abanga. Maitreya también da muchas otras enseñanzas de acuerdo con las necesidades de diversos discípulos. A través de las diez direcciones del espacio, él aparece como incontables maestros espirituales, conduciendo así a innumerables seres a lo largo del camino al despertar completo.
Tarde o temprano llegará el tiempo en que Maitreya aparezca como el quinto Buddha universal de esta edad y girará la rueda del Dharma en beneficio de todos. Esto ocurrirá de la siguiente manera. En el futuro, debido al crecimiento de la ilusión, los seres que viven en este mundo se degenerarán. Su esperanza de vida disminuirá y estará llena de mucho sufrimiento. Cuando la esperanza de la vida humana se haya acortado a diez años, Maitreya se manifestará en forma de un gran dirigente espiritual y demostrará el camino virtuoso. Él, en particular, extenderá las enseñanzas sobre el amor bondadoso y, por consiguiente, la fortuna de los seres de este mundo comenzará a cambiar. A medida que gradualmente abandonen sus actitudes y comportamientos engañosos, su esperanza de vida aumentará. Después de muchos años, la esperanza de vida de las personas crecerá enormemente y disminuirá lentamente otra vez hasta que la esperanza de vida sea aproximadamente cien años. De acuerdo con las profecías de todos los Budas y su propia promesa, éste será el tiempo en que Buda Maitreya aparecerá en este mundo como maestro universal.
Su padre será llamado el Brahmin de la Gran Compasión (Tramze Tsang rab) y su madre La de Joven Mirada (Tsang Denma). Maitreya será llevado del lado de su madre cuando esté en una arboleda del bosque, y el gran rey celestial Indra recibirá al Buda recién nacido con gran devoción. El bebé Maitreya inmediatamente tomará siete medidas en cada una de las cuatro direcciones, y en cada punto en el que pone sus pies, un tesoro de lotos florecerá. Entonces declarará, “Yo soy el salvador insuperable del mundo y he venido a liberar a todos los seres de su sufrimiento. Este será mi último renacimiento; no habrá futuras reencarnaciones para mi”. Después de oír esto, todos los seres eminentes y espíritus del mundo se alegrarán, realizando muchos actos de purificación y presentándole ofrendas magníficas. Su padre orgulloso, entonces lo llevará alrededor de la ciudad de modo que los ciudadanos puedan también disfrutar de su nuevo tesoro. Diosas hermosas le ofrecerán flores y los grandes sabios predecirán que en aquella misma vida él se llegará a ser un Buda completamente iluminado.
A partir de entonces, llevará la vida de un príncipe de la realeza. Cuando llegue el momento de ser educado, Maitreya será el primero de cuatro mil ochenta estudiantes y cuando sea hora de casarse, Maitreya tendrá muchas esposas con quienes vivirá durante muchos años. Luego un gran festival religioso de Brahmines ocurrirá en su reino. Durante este festival, Maitreya demostrará que ha venido a realizar la naturaleza no-permanente de los fenómenos y, viendo ejemplos de los monjes ascéticos, declarará su renuncia al ciclo de existencias y su intensión de dejar su entorno real y seguir el modo de vida religioso.
A partir de aquí, habiendo tomado la decisión de abandonar su modo de vida real, Maitreya partirá al bosque. Todos los seres celestes y santos se regocijarán y ofrecerán rezos para su éxito, protegiéndolo y preocupándose por él mientras medita. Siguiendo su ejemplo, muchas de sus esposas y mil cuarenta miembros de su séquito junto a numerosos habitantes de la ciudad le seguirán después con gran devoción y también tomarán la ordenación como practicantes religiosos.
Por siete días, Maitreya seguirá el modo de vida ascético, refrenándose de todo alimento y bebida. Entonces durante el surgimiento de un estado meditativo de concentración profunda. Maitreya recibirá un tazón de leche de su esposa Da way Tong chen. Refrescado por éste, asumirá la postura de diamante con las piernas cruzadas y tendrá la firme determinación de no levantarse de la meditación hasta que haya alcanzado la iluminación. Esa tarde derrotará toda interferencia demoníaca y fuerzas negativas (mara) y en medio de la noche entrará en un estado de absorción profunda. Finalmente, con la salida del sol a la mañana siguiente, Maitreya, quien de hecho ha logrado la completa iluminación muchos años antes, demostrará a sus discípulos afortunados el logro de la completa y perfecta naturaleza de Buda. Luego, de la misma forma como todos los Budas del pasado, presente y futuro, Maitreya dirigirá incontables seres fuera del sufrimiento y a lo largo del camino del despertar espiritual.
Por siete días después de su demostración de la iluminación, Maitreya permanecerá en silencio, observando a sus futuros discípulos. Entonces Indra, el rey de los seres celestiales, lo presentará con una rueda de oro y los objetos mundialmente hermosos de los cinco sentidos, solicitándole girar la rueda del Dharma en beneficio de todos. En respuesta a esta petición, Maitreya enseñará las Cuatro Nobles Verdades y así conducirá a muchos millones de discípulos a la liberación.
Durante su larga carrera de enseñanza, Maitreya dará vuelta a la rueda de grandes enseñanzas tres veces y cada vez vendrán incontables multitudes de discípulos a escucharle. Estas enseñanzas serán acontecimientos enormes que atraen no solamente a humanos, discípulos mortales, sino a muchos seres celestiales, dakas, dakinis, y seres de otros reinos también. Muchos de ellos se reunirán a recibir estas enseñanzas convirtiéndose inmediatamente en arhats, bodhisattvas, e incluso en Budas totalmente realizados. Por el poder de su cuerpo santo, discurso y mente, Maitreya conducirá y satisfacerá a todos los reunidos de acuerdo con sus necesidades y capacidades espirituales. A unos les dará instrucciones Hinayana, a otros les dará instrucciones Mahayana. De esta forma, conducirá a innumerables discípulos por medio de los tres vehículos a la Iluminación.

Tomado de ‘Maitreya’ por Lama Thubten Yeshe, Un comentario del Kriyatantra de Maitreya, dado en el Instituto Maitreya, Holanda en Septiembre de 1981. © Wisdom Publications, 1985.
Fuente: http://www.fpmt.org/Teachings/4nobletruths.html

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1 Literalmente “el que escucha la voz” y originalmente designaba a los monjes y las monjas que escucharon al Buddha predicar las enseñanzas. Indica el primer nivel de la práctica Hinayana basada en la disciplina monástica y los métodos básicos de meditación. También denominados ‘los auditores’.
2 Quien consigue la liberación del ciclo de renacimiento sin la ayuda de un maestro, y que no enseña a otros.
3 Literalmente, ser iluminado.
4 Los ocho puntos del compás más las dos direcciones de arriba y abajo.
5 Reino donde no existe la verdad del sufrimiento.
6 Ariya, ārya (आर्य). Significa ‘noble’ o ‘eminente’, es frecuentemente usado en los textos budistas para designar a un guerrero espiritual o héroe.

martes, 18 de marzo de 2008

Definición de Dukkha según la PTS

Proveniente del prefijo duḥ. (Adjetivo) Displacente, que causa miseria, doloroso (opuesto a sukha: placentero). Está relacionado con Vedana (sensación). [Figurativo] cargado de dolor, que implica dolor o problema. No existe una palabra en inglés (ni en español) que equipare a Dukkha como en pali. Nuestro vocabulario moderno es muy especializado, muy limitado, y usualmente muy robusto. Sukha & dukkha son gusto/satisfacción & dis-gusto/insatisfacción (pero usamos disgusto/insatisfacción en otro sentido); o riqueza & miseria, bien & mal (pero hemos perdido la miseria); o bienestar & enfermedad (pero enfermedad quiere decir algo más en inglés). Estamos forzado a usar en la traducción sinónimos aproximados. Dukkha es tanto mental como físico. El dolor es predominantemente físico, la pena es exclusivamente mental, pero en algunas conexiones tiene que usarse a falta de una interpretación más exacta. La incomodidad, el sufrimiento, el mal, y la dificultad, de vez en cuando pueden ser usados en ciertas conexiones. La miseria, la angustia, la agonía, la aflicción y el infortunio nunca son correctos [citando a Ledi Sayadaw]
I. Puntos principales en el uso del término. El reconocimiento del hecho de Dukkha se destaca como esencial en el Budismo temprano. En el primer discurso llamado Las Cuatro Verdades o Hechos, dan principalmente con dukkha. La primera de las cuatro ofrece ciertos casos universalmente reconocidos de ello, y luego los resume. Los cinco grupos (de cualidades físicas y mentales que hacen a un individuo) están acompañadas por la enfermedad así como por otros grupos cargados de āsavas y apego. El segundo Sacca ofrece la causa de este dukkha (ver taṇhā). El tercero sentencia el fin de este taṇhā. Y el cuarto muestra el camino, el método.
II. Caracterización detallada. 1. Una especificación profunda de la Tercera Verdad Noble es dada en el Paṭiccasamuppāda, el cual analiza los vínculos y las etapas de la cadena causal en su interdependencia así como se desarrolla y, después de su reconocimiento como causas, el rompimiento con dukkha. 2. Dukkha como una de las tres calificaciones de sankhārā (las otras dos son anicca y anatta). 3. El Nidessa da una descripción característica de todo lo que viene bajo el término dukkha. Emplea una explicación estereotipada (por lo tanto antigua y fundada en la autoridad escolástica), y una explicación peculiar a sí y sólo aplicado al Sn 36. El último define e ilustra dukkha exclusivamente como el sufrimiento y tormento incurrido por una persona como castigo, inflingido a él por el rey (o después de la muerte) por los guardias del purgatorio. La primera explicación es similar a cierto tipo de definición de dukkha dada después en el sistema de Sānkhya y que clasifica los varios tipos de dukkha en los grupos siguientes: (a) todo sufrimiento causado por el hecho de nacer y estar sujeto al kamma hacia estados consecutivos de transmigración (..); (b) enfermedad y todos los estados corporales de sufrimiento; (c) dolor e incomodidad (corporal) debido a circunstancias externas, como climas extremos, querer alimento, mosquitos, modeduras, etc.; (d) Angustia (mental) y estados dolorosos causados por la muerte de un ser querido u otros infortunios a amigos o a pertenencias personales. Esta lista es concluida por una caracterización escolástica de estos estados como condicionados por el kamma, implícitamente debido a que la persona afligida no ha encontrado su "refugio", es decir, la salvación de estos estados en el Óctuple Sendero.