lunes, 30 de marzo de 2009

Meditación en la muerte: una experiencia desde el budismo tibetano

Llevo ya tres meses estudiando formalmente el budismo tibetano, actualmente es mi segundo curso. En las semanas anteriores tuvimos dos sesiones sobre el tema de 'Muerte y Renacimiento', y sin dejar de lado algunos elementos teóricos, realizamos tres prácticas meditativas diferentes, de las cuales hablaré en esta entrada.

I. Meditación en la muerte como realidad

Fundamentada en la práctica de la meditación analítica, el objetivo era tomar conciencia de que, sin duda alguna, podemos morir en cualquier momento... incluso tras cerrar los ojos y caer como rocas sobre la almohada (bueno, si alguno queda como una pluma, también aplica... y obviamente los casos intermedios). De alguna manera más o menos consciente interiorizamos el tema que este cuerpo no tiene garantizado ni la forma.. pero ¿actuamos en consecuencia? Y no me estoy refiriendo a volvernos ermitaños y espera que nos llegue "el momento", sino a esos planes maravillosos y apegos que cultivamos y disfrazamos, así como tampoco sugiero la idea de "vivir al día" en el que algunos pierden una que otra noción de su diccionario personal.


En tal dirección cuestioné un poco mi actitud frente a diversas situaciones y mi reacción ante las mismas. Uno que otro apego a la forma y ver qué tan lejos puedo llegar mi concepción del "deber ser". En ese momento no pensé en algo que seis días tendría la oportunidad de corroborar: nada te asegura que te puedes morir de la manera en la que menos piensas. En algún sentido, lo que ha sido de mi vida hasta el momento me permite entender que el cuerpo es frágil, pero veía algunas situaciones como lejanas o poco probables... y es que cualquier cosa puede suceder, todo tiene una probabilidad de suceder y muchas causas que aumentan esa probabilidad... ¿qué es lo que tenemos seguro? ¿En qué roca nos gravaron nuestras posesiones?


II. Meditación con visualización (1): "Has muerto"

Primero he de confesar que comprobé que no tengo la habilidad de visualizar.

En consecuencia, esta meditación guiada me costó demasiado, me puse muy tensa porque no podía seguirle el ritmo de la meditación desde que comenzó a decir "Imaginen que...". Huelga decir que tampoco hallé una forma de seguir la meditación, seguía intentando tener una imagen clara de algo que decía. Por tanto, terminé agotada.

Hubiese sido interesante que la hubiera podido realizar, por no decir beneficiosa.


III. Meditación tipo Powa

De acuerdo con la confesión anterior, en esta no hubo mejoría (cabe notar al respecto, que no hice meditaciones similares al respecto en el período intermedio a las sesiones). Pero si estaba interesada en conocer algunos detalles del tema en cuestión. Esta vez no resulté cansada ( :) ), de hecho, la meditación tuvo algunos resultados interesantes aunque las visualizaciones no las tenía totalemte claras/definidas (pero estas eran más sencillas que las de la sesión anterior, al menos para mi). Aunque, por lo menos ya la conozco (sólo en fundamento reducido) y tengo material para profundizar un poco sobre el tema, no sobre la meditación.

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