sábado, 25 de septiembre de 2010

Hacer milagros

Veía una publicidad que rezaba lo siguiente: "Los milagros existen y TÚ TIENES DERECHO a saber cómo obrarlos en tu vida". Y la pregunta que me queda es "¿a qué le llaman milagro?". No es que desconozca la respuesta, sencillamente me cuestiona que los busquemos tan afanosamente, especilamente en momentos ddifíciles, y que no nos reconozcamos como artífices de la existencia que disfrutamos.
Como reza una frase "Personaje extraño es el hombre: nacer no pide, vivir no sabe, morir no quiere", pero me atrevo a decir que si pedimos vivir, siempre que busquemos una salida a la existencia que nos produce sufrimiento. Y no es para tomarlo en términos fatalistas, no estoy derivando una igualdad entre vida y sufrimiento… la vida del Buddha es un ejemplo claro de lo que digo: una vez alcanzó el Nibbana no se suicidó... ¿verdad que no, muchachos?
Pero vivir no sabemos, la vida se ha convertido en la experiencia de un procedimiento socialmente aceptado y alimentado sobre lo que es, debería ser y nos toca hacer... fatal error para aquellos que buscan y los que se han hundido en la frustración de la búsqueda. Vida la que tienes y se te esfuma, la nunca atrapas aunque la llevas a cuesta... vivir: una experiencia.
Volviendo a los milagros... ¿qué es lo que queda? Martillo y cincel para obrarse, perfeccionarse… o hacerse una cueva para encerrase si es lo que mejor os parece. Pero ¡hacé algo! Aunque eso se limite a observar… hazlo con prontitud, rectitud y sentido. Obra en tu vida, como artista y obra.
Por tanto, lo "milagroso" y hasta "fantástico" de todo esto es que estamos acá, en la simplicidad disfrazada de existencia complejidad. Qué importa que no riamos en tiempos de desdicha, si al menos no lloráramos por su presencia. Al mal tiempo buenca cara, y al buen tiempo... ¡también! Aceptar y avanzar, antes que resignarse y esperar.
Milagros, milagros, milagros.... ¿dónde estás, Milagros? :-D

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